Es normal que de manera permanente se estén llevando a cabo labores de mantenimiento y reparación de áreas comunes y maquinaria y equipo en una copropiedad, con el propósito de mantenerla siempre en buen estado para un mejor vivir de la comunidad que la habita.
Como es apenas comprensible, ciertas instalaciones como cubiertas, pisos, senderos peatonales, ingresos, puertas, lectoras de tarjetas, etc., van acusando con el tiempo el desgaste de partes y componentes, bien por el uso cotidiano, o bien por las inclemencias del tiempo: sol, lluvia, ventiscas, etc.
Y Un día, sin más, dejan de funcionar. O acusan envejecimiento y filtraciones que desmejoran de manera ostensible la presentación de techos, muros y ventanas. Y es entonces, cuando hay que efectuar las intervenciones a que haya lugar, con el propósito de volverlas a su estado inicial.
Evaluación de labores a realizar
Cuando el consejo y la administradora actuales iniciaron sus labores después de haber sido elegido el primero por la asamblea que tuvo logar en el mes de abril, y posteriormente la segunda al ser contratada por éste, encontraron un panorama un tris preocupante en cuanto al estado general de la copropiedad.
En conjunto se dieron a la tarea de hacer una diagnostico general de las tareas más apremiantes a ejecutar, de lo cual surgió un plan de trabajo que la administradora, Diana Alvarado, acaba de presentar a la consideración de consejo.
El plan ha sido diseñado para cumplir tareas de mantenimiento y reparación por:
a) Área a intervenir o, mejor, en donde se llevará a cabo la gestión: Por ejemplo, zonas comunes (área social, parqueaderos, cubiertas, tanques de agua potable, motobombas citofonía, puestas de acceso, zonas verdes, etc.); administración (dinamizar y modernizar la gestión de cartera, impulsar la gestión del comité de convivencia a fin de mitigar los efectos de la aplicación de multas por sanciones no pecuniarias, etc.); en fin son 36 ítems que demandarán un gran esfuerzo de parte de la administradora a fin de que, antes de finalizar el año, ojalá se hayan podido llevar a feliz término todos ellos.
b) Por la urgencia en su ejecución: alta, medio y baja, según el impacto que su realización tenga sobre la adecuada conservación de la copropiedad y del bienestar de propietarios y residentes.
c) El tipo de ejecución: si es simplemente labores de mantenimiento rutinario, si es un proyecto nuevo o simplemente una gestión de tipo administrativo.
d) Y, por último, el valor, es decir, la inversión que demandará cada una de las tareas programadas, con la claridad de cuales de ellas cuentan con presupuesto ya asignado y que fuera aprobado por la asamblea general para la vigencia actual.
Labores para ejecutar con prioridad alta
a) Adecuación de las zonas de lectura de contadores del servicio de gas, en las cubiertas de las torres.
b) Impermeabilización de la cubierta del edificio administrativo y de las terrazas del tercer piso.
c) Impermeabilización de uno de los tanques de agua potable y cambio de tubería
d) Adquisición e instalación de la tarjeta controladora para el arreglo de las puertas de acceso a las torres 3 y 4.
e) Revisión de alumbrado de las zonas comunes y parqueaderos.